Nos hacen falta anuncios como el de la Coca Cola para darnos cuenta de cuánto hemos caminado en estos años, de cuantas cosas nos vienen a la memoria, de aquellos juegos o palabras que nos inventábamos, de aquellas tardes de bici, fútbol y merienda (pan con chocolate), de aquellos días de colegio en los que el tiempo no corría y de los largos viajes en autocar para ir de vacaciones. (Cada cual que haga un feed-back de aquello que más le marcó).
Aquellos años en que eramos personalmente un poquito más libres, como por ejemplo a la hora de vestir, en que no todos necesitábamos alinearnos en una movida o sufrir la esclavitud de las tallas para anorexicas, para como grita el anuncio: "SER FELICES".
Días que vivir sin pensar en el futuro que nos encontraríamos después.
Algunos han evolucionado y han llevado su vida por un camino exitoso, lleno de mieles pero se ha de reconocer el esfuerzo realizado y valorándolo con el tiempo quizá se paga un precio demasiado caro.
Otros, todavía vivimos en el mundo de Peter Pan sin tomar las decisiones que nos corresponden.
Pero como dice el artículo de Cristina Fallarás del jueves pasado: ¿Qué es lo verdaderamente correcto en esta vida?, ¿Ser un ikeista?, ¿Vivir autonegándonos la crítica?.... ¿Tenemos que seguir todos esta corriente?.
Busquemos realmente en nosotros mismos los valores que nos llenan, que nos mueven, que nos desplazan.
¿Y si nos planteáramos como vivir después de atrevernos a pensar como queremos hacerlo?
Lo peor de toda esta aborágine que vivimos es que no nos damos cuenta de que todo lo tenemos a nuestro alcance, solamente alargar la mano y nos pueden aterrizar nuestros sueños, deseos con el mínimo esfuerzo. ¿Quién nos ha enseñado a aniquilar la ilusión?
¿Quién explicará a los futuros niños de dónde vienen los sueños?¿Cómo les haremos comprender que el viento susurra a las nubes, si se pasan media vida aferrados a una maquinita y si les preguntas de dónde viene los pollos ellos te responden del Area de Guissona ya empaquetados?
Que nos ha hecho cambiar tanto en tampoco tiempo,¿ quién nos ha robado todo aquello que nos emocionaba?
A pesar de esto, algunos sábados encuentro respuestas, encuentro gentes de mi generación que todavía me aleccionan y me devuelven de los pasos perdidos, de todos aquellos años vagando en un mundo de impresiones y pueden hacer cambiar mi punto de vista original.
Deseo no volver a perderme y que finalmente triunfe la diferencia con diferencia.
Feedback: También llevé coderas y tambien puntuaba a Guayominí. He visto jugar a Francisco, a Lardín cuando era Lardín, y cómo no, a Michel Pineda. Nou Barris era el Far West de lo lejos que estaba sin rondas, y podía ir desde mi casa a dónde está el Ikea casi sin pisar asfalto. Los vidrios temblaban desde las 5 de la mañana a las 11 y pico de la noche gentileza de los FF.CC, ahora FGC. La excursión a la churrería con 10 ptas. era una gran aventura dominical y la canción de los autochoques era la banda sonora de mi casa al menos 2 meses al año.
ResponderEliminarMe frustré con las gafas, al acabar EGB, al no controlar lo incontrolable y al no poder evitar lo inevitable. Cerré filas con Alphaville, Azul y Negro, Mike Oldfield, Jean Michel Jarre y grabé decenas de cintas a ritmo de Radio 80. No me enteraba de nada, pero sé que un balón me hizo correr detrás de él y no detrás de otras cosas. La Coca-Cola empezó en botellines de 20c, y las latas fueron primero de Pepsi. La Coke, como muchas otras cosas nombradas, aun sigue estando por ahí. Y seguro que son todos los que están y no están todos los que son.
Un gran post Homeless.
We believe in our dreams
Reaching out from above
Buf! De vegades és dur ser dels que (almenys de tant en tant) mirem enrera i ens parem a pensar quines de les coses que han canviat valen la pena i quines no... I quines valen la pena però potser no al preu que hem hagut de pagar!
ResponderEliminarI quan estàs esperant una criatura, t'asseguro que hi penses més: Quina vida i quins valors li voldràs transmetre? I com t'ho faràs sense deixar de ser una persona econòmicament productiva? MMMMMMMMMMMMM... No és fàcil no!
Un petonàs,
Suz