Tras la fascinante “Olvídate de mí”, Michel Gondry nos presenta “ La ciencia del sueño”, otro cuento con connotaciones autobiográficas que nos descubre el mundo de los sueños.
Desde Amèlie no recuerdo una película tan creativa como esta. Aunque el inicio puede resultar un poco desalentador y hacer que más de uno se levante y salga de la sala o bien que se oigan comentarios como “Por lo menos no será una película larga”, hay que darle un voto de confianza y permanecer en la butaca hasta el final.
El universo Gondry nos devuelve a los años de nuestra máxima capacidad imaginativa y nos muestra la existencia de unos personajes que no la han perdido.
Concebida dentro de los cánones del formato audiovisual, Gondry creador de videoclips y publicidad, se mueve de una manera frenética entre lo irreal y lo real, destacando como experimento visual al más puro estilo indie.
Se trata de una historia de amor imperfecta y inmadura, donde el protagonista llega a París con la idea de triunfar y se encuentra con un panorama bien distinto.
Gael García Bernal se sabe meter en la piel del protagonista y combina inglés, francés y mexicano dándole unos toques de divertida ironía.
También se puede remarcar la sutileza con que esta tratada la sensibilidad, que en el fondo es el alma de la película.
Abstenerse aquellos que han perdido la capacidad de soñar.
Desde Amèlie no recuerdo una película tan creativa como esta. Aunque el inicio puede resultar un poco desalentador y hacer que más de uno se levante y salga de la sala o bien que se oigan comentarios como “Por lo menos no será una película larga”, hay que darle un voto de confianza y permanecer en la butaca hasta el final.
El universo Gondry nos devuelve a los años de nuestra máxima capacidad imaginativa y nos muestra la existencia de unos personajes que no la han perdido.
Concebida dentro de los cánones del formato audiovisual, Gondry creador de videoclips y publicidad, se mueve de una manera frenética entre lo irreal y lo real, destacando como experimento visual al más puro estilo indie.
Se trata de una historia de amor imperfecta y inmadura, donde el protagonista llega a París con la idea de triunfar y se encuentra con un panorama bien distinto.
Gael García Bernal se sabe meter en la piel del protagonista y combina inglés, francés y mexicano dándole unos toques de divertida ironía.
También se puede remarcar la sutileza con que esta tratada la sensibilidad, que en el fondo es el alma de la película.
Abstenerse aquellos que han perdido la capacidad de soñar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario