BARTS
26/04/2013
Festival de Guitarra de Barcelona
Avg. Paral.lel,62 21.00 h
Otra
noche de concierto con Quique González. Muchas, muchas ganas en las caras de
los que se van acercando al Arteria Paral.lel ahora Barts y antes excepcional
Studio 54, donde me había colado en alguna noche de aquellas para recordar.
Aforo
completo. Bastante puntual saltó al escenario con un Bona nit, Com esteu?. Y empezó
desgranando temas de su último disco Delantera Mítica. Un Quique cómodo,
relajado, dueño del escenario, seguro, que se fue creciendo a medida que
pasaban los minutos y que nos sorprendió y acabó demostrando que aquel
concierto era cien por cien marca de la casa, que ese nuevo sonido Nashville le
sentaba bien, pero que muy bien.
Dos
horas y media de música exultante de buenas vibraciones y con una nueva banda
que demostró que estaban a la altura, Edu Ortega y Pepo López a las guitarras, mientras que dos
de los integrantes de Señor Mostaza, Alejandro Climent, ‘Boli’, al bajo y
Eduardo Olmedo, a la batería; completan el cuarteto. Casi, casi la sensación
de tener el cielo en la palma de la mano.
Poco a
poco fueron cayendo uno a uno: La
Fábrica, Parece Mentira, ¿Dónde está el dinero?, Viejos capos para continuar con Restos de Estoc, una espectacular Caminando en Círculos, Cuando estés en vena que nos supo a gloria
con ese toque de violín. Una Delantera
mítica de emoción desatada, otra grande Torres de Manhattan, primera vez que la escucho en directo, No encuentro a Samuel con mandolina y
violín.
Luego
llego un repaso a los clásicos reversionados con fuerzas renovadas y que nos tocaron
el corazón: Palomas en la Quinta,
Pájaros Mojados (estilo country Nashville), Hasta que todo te encaje, La ciudad del viento, 39
grados con un Quique animadisimo, en su salsa, recitando fragmentos de Charles Bukowski.
Y uno
de los momentos de la noche, ¿Es tu amor
en vano?. Pedazo de versión maestro,
escalofriante la gente pidiendo
silencio para oír a Quique, otro gritando romántico y sólo su voz
aterciopelando la guitarra.
Después
comenzaron las dedicatorias personales adjudicadas a mis acompañantes, Emrac y
Charlie se quedan con Aunque tú no lo
sepas. Las chicas son magníficas,
Kamikazes enamorados, Suave es la noche (utilízame, esta me la quedo para
mí, increíble Quique). Miss camiseta
mojada, Hotel Los Angeles (rockera y brutal), la trepidante Tenía que decírtelo, la dedicada al
poeta Frattarola: la inigualable Salitre.
Y casi,
casi en la última parte cuando teníamos a un Quique que se comía literalmente
el escenario Dallas-Menphis, Su dia
libre (ya convertida en un clásico y acompañada de silencio sepulcral).
Y para
acabar, cuando ya esto empezaba a tocar a su fin, nos despedimos con
un hasta pronto de este gran músico y persona nos cayeron una espectacular Vidas cruzadas (mi sintonía en el
móvil, creo que descubrir esta canción me marcó) y una insuperable Los conserjes de noche.
Y ojala
te volvamos a ver pronto por aquí (por Barna), en un café leyendo el Ás, con tu
guitarra en un tren a las tres de la mañana, buscando a Samuel, en la ruta imaginaria a tu Nashville o sentado en la
hierba en un simple parque de cualquier lugar que no sea Madrid.
Esta
noche hemos disfrutado quizás del mejor Quique hasta ahora. Ya todos sabemos que estás de vuelta.
No te
olvidamos, imposible y recuerdos a Cayetana, esa pantera enblemática.
Estuvo enorme, enorme. Uno de los grandes. Gracias, Homeless, por esta maravilla de crónica.
ResponderEliminarHomeless narrador, perturbador; Homeless pintor, perfeccionista; Homeless coleccionista-de-citas, perspicaz; Homeless lector, pertinaz; Homeless fotógrafo, personal... Pero de todos los Homeless, me quedo con el Homeless cronista -ya sea de viajes, exposiciones, obras de teatro, de cine, de museo... pero especialmente de conciertos pero especialmente de conciertos quiquegonzalianos-.
ResponderEliminar