miércoles, 12 de septiembre de 2012

IMPRESIONES EN TERRITORIO HEIDI


Centro de operaciones:  Werfen. Sesenta  kilómetros al sur de Salzburgo: montañas, montañas y más montañas. Una  localidad tranquila pero con todas las comodidades de la ciudad.  El día que nos dejó medio tirados el coche nos convertimos en la atracción principal de un hotel de lujo (okupando uno de sus bancos a la entrada durante 4 horas  esperando la grúa). En el otro extremo,  la vida en este país, en los pueblos se paraliza a las 5 p.m. y las calles quedan abandonadas al amparo de una tranquila lluvia que las visita casi todos los días. No sé si podría llevar una vida tan sosegada durante mucho tiempo.
Vayas donde vayas y mires donde mires la naturaleza te invade, ya sea subiendo a 3.500 m como atravesando los valles (que es a lo que me he dedicado durante estos días, naturaleza a pleno pulmón) con ese verde de postal salpicado por las más que clásicas vacas de estos lares o bien disfrutando de la Bauern  Fest  Herbst de los pueblos que estos días comienzan a recibir al otoño.

Es chocante que la gente se vista con el traje tradicional y se pasee por los senderos de montaña, por los pueblos, por las ciudades y demuestran su sentido patriótico, un carácter apacible sin sentido del ridículo y a veces de muy buena  fe, como me comento una chica gallega que encontramos en nuestro camino . Del idioma, no comments (Enstchuldigung ich verstehe nich) Sólo puedo reflejar las impresiones de unos días pero me gustaría verlos en su salsa. Por las noticias te enteras que en el Tirol hay problemas y reuniones, es más que una región.
También te sorprende ver a gente de más de 75 años haciendo  travesas cargados con el saco, las botas, los bastones y todos el equipo como si tuvieran 20 años y disfrutando de las excursiones y de un buen chocolate en algún refugio, me parece admirable que mantengan el espíritu y el buen tono con la montaña.

Todo hay que decirlo, tampoco a los de las ciudades se les puede llamar del todo aburridos, quizás es otra manera de ver la vida que les diferencia de los mediterraneos, quizás es el clima que aporta una manera de socializarse en sitios cerrados que nosotros no tenemos tan aplicada. Un ejemplo, nuestra visita al convento agustino de Salzburgo reconvertido en el templo de la cerveza, la salchicha, la carne y la tarta de manzana. Verlo para creerlo. Música, mucha gente y mucha alegría.
En ruta lo que me llamó la atención la proliferación en las áreas de servicio de McDonalds  que han substituido al Autogrill y de las cafeterías por máquinas expendedoras impersonales, colocadas en un rincón, si tan siquiera unas mesas y unas sillas dónde disfrutar de la consumición, que me llenan de consternación. Las extensas secciones en los supermercados de pepinillos, sopas de sobre y comida para animales, nunca había visto tantas clases de pepinillos juntos.

De vuelta a casa después de 3.800 km te das cuenta de que los paisajes se quedaran allí y de que las impresiones de cada trocito de mundo se sucederan en la memoria como cada año hasta completar un álbum de momentos Europa, de instantáneas globalizadas de un tiempo que corre demasiado deprisa.

 
 
 


 

 
 

2 comentarios:

  1. Ya lo dijo el gran Quique: "Días que se escapan de las manos, corren como coches robados". Bonita crónica. Un abrazo

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  2. Sugestivas impresiones fotográficas, sugerentes impresiones antropológicas,
    suculentas impresiones gastronómicas y sucintas impresiones paisajísticas: enhorabuena, Heidi, por volvernos a impresionar con tus imprevisibles viajes y tu impresionante mirada!!!

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