Centro de operaciones:
Werfen. Sesenta kilómetros al sur
de Salzburgo: montañas, montañas y más montañas. Una localidad tranquila pero con todas las
comodidades de la ciudad. El día que nos dejó medio tirados el coche nos convertimos en la atracción principal de un hotel de lujo (okupando uno de sus bancos a la entrada durante 4 horas esperando la grúa). En el otro extremo, la vida en este país, en los pueblos se
paraliza a las 5 p.m. y las calles quedan abandonadas al amparo de una
tranquila lluvia que las visita casi todos los días. No sé si podría llevar
una vida tan sosegada durante mucho tiempo.
Vayas donde vayas y mires donde mires la naturaleza te
invade, ya sea subiendo a
Es chocante que la gente se vista con el traje tradicional y
se pasee por los senderos de montaña, por los pueblos, por las ciudades y
demuestran su sentido patriótico, un carácter apacible sin sentido del ridículo
y a veces de muy buena fe, como me comento
una chica gallega que encontramos en nuestro camino . Del idioma, no comments (Enstchuldigung ich verstehe nich) Sólo puedo reflejar las impresiones de unos días pero
me gustaría verlos en su salsa. Por las noticias te enteras que en el Tirol hay
problemas y reuniones, es más que una región.
También te sorprende ver a gente de más de 75 años
haciendo travesas cargados con el saco,
las botas, los bastones y todos el equipo como si tuvieran 20 años y
disfrutando de las excursiones y de un buen chocolate en algún refugio, me
parece admirable que mantengan el espíritu y el buen tono con la montaña.
Todo hay que decirlo, tampoco a los de las ciudades se les
puede llamar del todo aburridos, quizás es otra manera de ver la vida que les
diferencia de los mediterraneos, quizás es el clima que aporta una manera de socializarse en sitios cerrados que nosotros no
tenemos tan aplicada. Un ejemplo, nuestra visita al convento agustino de
Salzburgo reconvertido en el templo de la cerveza, la salchicha, la carne y la
tarta de manzana. Verlo para creerlo. Música, mucha gente y mucha alegría.
En ruta lo que me llamó la atención la proliferación en las
áreas de servicio de McDonalds que han
substituido al Autogrill y de las cafeterías por máquinas expendedoras
impersonales, colocadas en un rincón, si tan siquiera unas mesas y unas sillas
dónde disfrutar de la consumición, que me llenan de consternación. Las extensas
secciones en los supermercados de pepinillos, sopas de sobre y comida para
animales, nunca había visto tantas clases de pepinillos juntos.
De vuelta a casa después de 3.800 km te das cuenta de que los
paisajes se quedaran allí y de que las impresiones de cada trocito de mundo se sucederan en la memoria como cada año hasta completar un álbum de momentos Europa, de instantáneas globalizadas de un tiempo que corre demasiado deprisa.
Ya lo dijo el gran Quique: "Días que se escapan de las manos, corren como coches robados". Bonita crónica. Un abrazo
ResponderEliminarSugestivas impresiones fotográficas, sugerentes impresiones antropológicas,
ResponderEliminarsuculentas impresiones gastronómicas y sucintas impresiones paisajísticas: enhorabuena, Heidi, por volvernos a impresionar con tus imprevisibles viajes y tu impresionante mirada!!!