Tenía muchas ganas de ver esta película y ya sólo me quedaba la oportunidad en la sesión del mediodía ( a las 14.00 h) o sea que me he saltado la comida directamente y me he metido en la sala del cine.
Es una sensación extraña en un primer momento, el solecito, la gente en las terrazas de la Rambla Catalunya y uno rodeado de oscuridad y silencio y dos personas más que saboreaban unas patatas fritas.
Pero valió la pena. Yo en mi línea de escoger películas duras y en esta la acción transcurre en la deportación de judios franceses en la primavera de 1942. La historia olvidada de una niña y una periodista que quiere llegar a conocer la verdad.
Este podria ser un tema recurrente pero no nunca uno deja de asombrarse de lo que pasó, de cómo todas aquellas personas fueron torturadas y de cómo los valores morales fueron exterminados, pero uno nunca deja de aprender o de ver más claro cada día que esto no se debería de repetir nunca.
De una manera muy correcta pero de una sensibilidad exquisita, este film nos hace memoria y nos entrega una historia que nos hace no despegar los ojos de la pantalla en sus dos horas de duración.
Para incorregibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario