martes, 23 de octubre de 2007

SILENCIO

Silencio.
Ya no oigo las voces. No hay ruido en mi cabeza.
Una paz libre me alberga. Un abrazo de un yo-humano a mi yo-sabio. Sin más.
Calma.
Me doy cuenta de todo lo que me pierdo cada día, de esa sucesión de diminutas cosas que nos alimentan.
Silencio.
Necesito oír ese silencio.
Hoy he ganado una pequeña batalla, que me tocará volver a librar mañana.
Sosiego.
Un yo-humano recoge entre sus brazos mis pedazos últimamente remendados con palabras nacidas del corazón.
Pensamientos que delimitan una forma humana que vive conmigo, que me explora.
Sueños.
Tiempo, sólo pido tiempo. Tiempo para detenerme cada día y ser abrazada por la vida.

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