Coliseum Teatre
04/05/201221.30 horas
Manolo García
Gira Los días intactos
Ayer me enteré que ha tenido que suspender la gira de
momento por un inesperado abceso de apendicitis del que ha sido operado y que
le ha apartado de la carretera unos días (recuperate y cuidate mucho Manolo).
Desde la tercera fila, el paraíso se toca, ese cielo musical
que transmiten sus canciones se siente mucho más cerca y se vive más aún.
El concierto comienza con una actuación para los íntimos,
casi, casi como en casa a media luz, arropados Manolo y la banda por una
cortina de colores que les separan del resto del escenario. El escenario con
jaulas y árboles imaginarios quizás nos recogen en el bosque de la existencia.
Manolo hizo un repaso en esta primera parte de algunas
canciones de hace tiempo y de las cuáles destacó que siempre traen buenos
recuerdos, esos buenos recuerdos: "Disneylandia, La sombra de una palmera,
Aviones Plateados, Los ángeles no tienen hélices, Un alma de papel."
Después ya todos en sus sitios, continuaron con otros temas
grandes: "Malva, A veces se enciende, Para que se duerman mis sentidos, Sabrás
que andar es un sencillo vaivén, Todos amamos desesperadamente, Compasión y
silencio, Sin que sepas de mí (para mi una de las mejores), Sombra de la sombra
de tu sombrero, Estoy Alegre, Nunca el tiempo es perdido, Los errantes, Un giro
teatral (tres estupendas canciones de su último disco) Un año y otro año, Somos
levedad, A San Fernando…."
Manolo se paseó por el escenario, por platea, por los
laterales en un intento de acercarse a este público tan agradecido y para mi
esta noche, fue aún más especial, pude intercambiar un saludo mano a mano
cuando bajó a platea y este momento lo llevo en el bolsillo de la memoria para
siempre.
Bailó, cantó y nos devolvió una respuesta que está presente constantemente en
este generoso y honesto hombre-poeta-pintor. Se envolvió con sus letras y bajó
a la arena, se desnudó para regalarnos su mejor versión.
Algunos temas acompañados por una bailarina que
coreografiaba las escenas proyectadas y
otros momentos de una absoluta intensidad que no cabían en ese Coliseum de
Barcelona.
Para mí unos de sus conciertos más intensos, con un nuevo
matiz que es reinterpretar sus temas y presentarnos “Los días intactos”.
No se podía pedir más, dos bises con temas como: "Cabalgar la
eternidad, Zapatero, Prefiero el trapecio (la gente en pie), Sobre el oscuro abismo
en que te meces y Insurrección, Pájaros de barro, En el batir de los mares" y
parecía que la noche no se iba a acabar, nos dejábamos llevar por el arte y la
inspiración consagrada de la nocturnidad, cuando se volvieron a reunir los
músicos delante de las cortinas, volviendo a la sesión de petit comité y nos
agasajaban con la ranchera “Cuando yo quiera has de volver” con la que suelen
cerrar sus conciertos.
Gracias Manolo. Nos volvemos a ver pronto.
Hay otros mundos, pero están aquí. Hay otros artistas, pero están en él: grande Manolo letrista, enorme Manolo compositor; colosal Manolo cantante.
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