viernes, 4 de febrero de 2011

CALMA

La calma se presenta sin avisar. A veces me la encuentro subida en una bicicleta. El ruido de los radios al rasgar el aire anuncia su llegada.

Otras veces me coge por sorpresa de noche, cerca de la catedral y me atrapa. Se para el tiempo y el mundo ya no gira. Sólo su aleteo leve y delicado me rodea. Detiene así a mi espíritu, encarcelado en un cuerpo que no le corresponde.
Lo detiene todo por unos microsegundos y una sensación de paz toca mi corazón, un infarto a la razón.
Es una calma fría, inmensa, lisa, de color azul, de un azul tan intenso que a veces me da miedo tocar. Es tan grande, que no hay suficientes cuentos para llenar sus horas.
Cuando me atrevo a tocarla, me siento feliz, tranquila, golpeada por un sentimiento indescriptible, que sólo se puede vivir.
Pero tal como llega, desaparece, se desvanece, me abandona y sigo viviendo, esperando el momento en que me vuelva a encontrar con ella. Se cruce en mi camino y me arranque el desasosiego.
La calma es el mejor regalo que me ha hecho la vida.

1 comentario:

  1. Como diría José Saramago: "No tengas prisa. No pierdas el tiempo"
    (calma = no prisas)

    Como diría Juan de la Cruz: "En una noche oscura,con ansias en amores inflamada,(¡oh dichosa ventura!)
    salí sin ser notada,estando ya mi casa sosegada"
    (calma = mi casa sosegada).

    Como diría Quique González: "Llévame a ver salir el sol
    cuando enrede los cabellos en tu nuca, llévame al puerto de náufragos y a los muelles que no escuchan tus preguntas".
    (calma = puerto de náufragos).

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