Después de " La pianista" y "La cinta blanca" tenía ganas de descubrir la nueva película de Michael Haneke, aunque sabía que iba a ser dura y quizás con demasiados momentos similares presentes en mi pasado. Pero es reconfortante encontrarse con un buen film cargado de guiños y escenas magníficos y con unos actores impecables: Jean-Louis Trintignant y Emmanuelle Riva, que nos acercan a una pareja de entrañables ancianos y a una situación que podria ser o está siendo vivida por mucha gente desconocida que nos rodea.
Con unos acontecimientos que nos hacen todavía reflexionar más sobre la capacidad humana de resistencia y sobre como nos acercaremos también a nuestros últimos días desde la perspectiva de lo vivido.
Merecida Palma de Oro en Cannes y Oscar de este año.
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