sábado, 25 de julio de 2009

LA CÁMARA LÚCIDA/ ROLAND BARTHES

Hoy una recomendación doble: fotográfica y literaria.
El autor inicia su narración recordando que la fotografía reproduce al infinito únicamente lo que ha tenido lugar una sola vez, es decir, lo que la fotografía repite a través de su mecanismo es algo que nunca más podrá repetirse existencialmente. Ya que la fotografía lleva consigo un referente marcado por una inmovilidad “amorosa y fúnebre”, según Roland Barthes en la página 33 del mismo libro. Es precisamente en esa unión del referente lo que hace esa dificultad de enfoque en el tema de la fotografía. El semiólogo nos dice en este libro que lo terrible de la fotografía es que regresa todo lo “muerto”. Es decir, todo lo fotografiado se atrapa y al verlo de nuevo es un recuerdo, al ser recuerdo ya es algo que pasó, entonces el recuerdo es igual a muerte. Y en su libro enfoca la fotografía no como un tema, sino como una herida o una cicatriz.

Pero os aseguro que es fascinante.

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