Inicié mi andadura por los caminos de la red y el mundillo blog con una exposición que me llevo de ruta a Sabadell hace ya unos meses. Una exposición sobre Chechenia y su realidad después del sangriento enfrentamiento con el gobierno ruso y en estos días, han vuelto a mi cabeza todas aquellas imágenes de horror y soledad a través del canal internacional de la CNN. Me vuelto a reencontrar con esa realidad en Georgia, Osetia del sur y en Abjacia. Todas esas gentes desplazadas, todos esos bombardeos inservibles, todos esos silencios negros que envuelven a las situaciones de sitio y de desesperación de un pueblo que sólo pide libertad y comprensión.
No he hallado una manera mejor de retomar este camino que haciendo un pequeño homenaje a todos aquellos que padecen esta injusta situación.
Si puede parecer en cierta manera un regreso derrotista pero sólo es realista y esperanzador, como siempre.
También un recuerdo para todos aquellos que volaban en el vuelo de Spanair antes de tomar mi avión y volver a casa. Esta vez quizás me abrocho el cinturón un poco con el miedo en el cuerpo pero reconfortada por haber vuelto a encontrar las indicaciones para llegar a Santiago por algunas de las localidades que me he dedicado a recorrer estos días y hasta de encontrarme con algún peregrino de vuelta y compartir unas palabras.
Aparte de todos aquellas y aquellos que me han enseñado estos días a aprender a ser un poquito más persona, 1.415 kilómetros más a mis espaldas y cientos de momentos que quizás alguna vez queden plasmados en nuevas historias y en nuevas esperanzas.
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