NADA ES COMO LO VES
Esquivaba el examen médico desde hacía semanas por supuestas indisposiciones o enfermedades. Pero sabía que no podría zafarse más de este trance. Tenía que enfrentarse a la otra realidad.
Por sorpresa, llegó el momento:
-Señorita Luisa, acaba de llegar el equipo de revisiones médicas, le importaría pasar a la sala de Juntas para su revisión- le comentó el director.
La muchacha le miró con ojos azorados y presuntamente sorprendidos. Escrutando la corporeidad del mensaje que había recibido.
-De acuerdo, estoy preparada- se levantó de la mesa que ocupaba en la recepción del despacho.
Se dirigió hacía la sala de Juntas, en dónde se realizaban las revisiones.
Llamó a la puerta y un "pase" inauguró el proceso.
-Buenos días.
-Buenos días.
-Luisa Martín Ramos.
-Sí, señora, yo misma.
-Vamos a proceder al examen. Quítese la ropa y déjela encima de la silla. Quédese sólo con la ropa interior.
-Sí, ahora mismo.
Luisa fue desnudándose pieza por pieza con calmosa pasmosidad y doblando la ropa cuidadosamente.
Un sujetador de blonda recubría su pecho turgente y altivo, mientras que una braguita-culotte escondía más que mostraba la forma de un miembro masculino difícil de entender para la enfermera.
Luisa le estrelló un:
-Entre nosotras, me guarda este pequeño secreto.
Breve, conciso, te confias y zas, impacto. Muy bueno.
ResponderEliminarFantástico. La progresión de homeless como escritora es geométrica, espectacular... Felicidades.
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