Bueno, llego el momento de despedirse indefinidamente por el momento de homeless, me he quedado sin palabras y que es un redactor/comentarista/escritor/cronista sin ese elemento tan vital para aquellos que las respiramos.
Porque cuando lo que intentas crear ya no te motiva, ni tan sólo consigues que se convierta en algo sorprendente e innovador o creativo, o en un pequeño lugar donde reunir emociones hay que cambiar de rumbo.
El momento de cerrar este blog, de acabar un ciclo, de pernoctar en otros ambientes y buscar, investigar y sobretodo trabajar, chambear.
No me quiero marchar sin dar las gracias a todos los que pasaron por aquí algún día y a los que de alguna manera he podido hacer felices o han leído un poco de todo lo que he ido escribiendo. A aquellos que me han ayudado de muchas maneras y que he ido conociendo en esta andadura diría de casi 7 años. A todos por lo mucho que he aprendido.
Pero si quiero dejar mi última recomendación musical. Hace años cerré un año también con un tema de Vetusta Morla (siempre con el permiso del grande Quique) y hoy quiero repetir con una canción que me encanta y que me trae muy buenos recuerdos y momentos a la memoria.
La mejor manera de marcharse.
Nos vemos quizás algún día.
Gracias.
